jueves, 25 de agosto de 2011

DEPRESION Y PARTIDA

el escritor

Entro en una profunda depresión, y cojo uno de los libros que mas me gustaron, llevan dentro una mezcla de miedo y culpa. El rostro del escritor esta en la contra portada, mirada fija y gesto triste de repente igual que yo.
Dicen que una de las mejores terapias es escribir lo que piensas y luego quemar el papel en el cual has escrito, en este caso no lo queme y sin ánimos de mal afamar, se lo dedico a unas de las mas grandes personalidades de la literatura peruana, conmemorándose el nacimiento de tan elogiado escritor peruano, José Maria Arguedas. 
Después de su penosa partida, la herida de la indiferencia y exclusión sigue abiertas, los ojos de la discriminación siguen despreciándonos y recordándonos otra vez mas esa falacia tan grande, de que no somos iguales.
La desigualdad separa a los seres humanos, nacidos en una misma cultura y de una misma tierra, hombres hijos del ande profundo y único como lo tienen el Perú, de la costumbre y la tradición, de lo andino. La desigualdad hizo de su vida el más cruel de los tormentos, la exclusión y la pena de ser supuestamente "diferente" al resto, sucumbió su espíritu e hirió su vida.
Cuando dos mundos diferentes se cruzan, cabe la suerte de ser absorbido y consumido por el mas fuerte, convirtiéndote en nada, porque olvidar tu pasado es quedar también en lo recóndito, para así formar parte del nuevo mundo, uno en el que tienen que renacer y mostrar el rostro falso de lo que quieres ser olvidando lo que fuiste; más si sucede lo contrario, morir presionado por la indiferencia y la injusticia de tus iguales que se encuentran en realidades divididas y opacas por la discriminación y la exclusión social; una vez mas, las miradas se convierten en homicidas incriminantes de una sociedad cada vez mas aturdida y cegada por la misma realidad. Cada vez más falsa e hipócrita.
Paradójicamente el fin de una vida; pena ocasionada por la inferencia de la gente que no se reconoce a si misma, todo por negar su pasado, tal vez mas avergonzarte que la negación de su origen; el único refugio, las líneas que cuentan una historia, una natación, una mirada al pueblo andino en el que la costumbre y la cultura verídica y autóctona muestra uno de sus rostros; pero lo mas resaltante, el refugio en el que un alma se refugio para no padecer por las mirada falsas y absurdas de la gente que no busca reconocer su origen. No se trata, pues de una búsqueda de la forma en su acepción espiritual y corriente, sino como problema del espíritu [...] ¿Y por que llamar indigenita a la literatura que nos muestran el alterado y brumoso rostro de nuestro pueblo y nuestro propio rostro, así atormentado? Bien se ve que no se trata solo del indio. Pero los clasificadores de la literatura y del arte caen en imperfectas y desorientadoras conclusiones. No obstante les debemos agradecer por habernos obligado a escribir esta especie de autoanálisis, o confesión, que lo hacemos en nombre de quienes han de padecer y padecen el mismo drama de la expresión literaria en estas regiones.                                                     
Una ves mas su partida hablara de la soledad en San Marcos, de la pena que grita su espíritu, y la hiriente partida que llora la decisión del escritor, por irse de manera tan brusca y cruda; el huayno cantará de su ausencia, y el arpa y violín tocaran otra vez mas, coca quintuscha hoja redonda, tu sabes de mi vida, tu sabes de mi suerte, donde y porque voy a llorar... los danzantes de tijera seguirán bailando sobre su tumba, esos que saltan al compás de las aguas y con la tonada de sus propias tijeras que tintinan paliando, entre ellas, una hembra el otro macho.  
De vida accidentada, niñez triste y futuro incierto, para Arquedas que vivió hasta los 20 años en Andahuaylas la esencia de su pueblo le hizo preocuparse en los problemas de la gente que vivía con él, amante d lo andino, de lo que la sierra guarda para este pequeño grupo de gente que ama lo que la naturaleza da y sus cultura añade, Arguedas se aferro tanto a lo andino que la mitad de su corazón fue su tierra y la otra su cultura, algo que difundió en las líneas que no solo hablan de costumbre y realidad sino tan bien de la acerba pena de no sentirse uno mas en la sociedad, de no sentirse integrado y feliz con sus iguales.
La extraña pena de perder a su madre a los 3 años marco su vida, la calidez de una familia constituida que marca la tristeza de una vida en la que padece; des pues de perder a su madre el matrimonio de su padre con una mujer hacendada, marcaría sudestino, después de ser enviado a vivir con los sirvientes, al igual que su madrastra su hermano también seria figura hostil en su infancia; [...]simbólicamente, el anhelo de y el recuerdo de la madre perdida provocan los sudores -su llanto a través de la piel- y la pesadez de la nuca, expresión de un dolor permanente en el cerebro, y acentúan el insomnio. A Arguedas el mundo se le venia abajo [...] tales vivencias lo hicieron sentir que se podía morir en cualquier momento. Posiblemente esa muerte era como una completitud del deseo que tubo de primigeniamente, cuando perdió a su madre, de querer morir con ella [...] 
Cuando el alma grita una injusticia, el sentimiento más certero es el que ahorca y trata de ahogarnos en la indiferencia, es el caso de este escritor que tras padecer de la indiferencia, la vida fue fugas y el injusto disparo fue certero; de repente callando una lengua que renegaba una causa justa, pero de lo que si estoy seguro es que no callo esa voz que sigue gritando ¡soy igual que tu! pero como todo en la vida es crudo, y así hay que comerlo, la indiferencia sigue ahogando vidas.
Este es un artículo en memoria de uno de los escritores que sufrió ese mal, la exclusión. La muerte te llego de manera tan feroz y se te llevo de manera tan cruda, no te culpo. Tu sangre derramada en las aulas de San Marcos seguirá siendo roja, tan roja como la vida y tan roja como los ojos que lloran tu pérdida, tus libros tirados y tu pluma postrada siguen siendo tristes, tristes por tu partida; tristeza como la mía. Infinita e hiriente.
-¡Que viva el santo¡ Del cielo callo una estrella, se toma solo en esta noche
"...Es tu santo dicen, espinitas de tantar"...Vengo a darte un abraso, pero no llores, pero no te pongas triste..."
"...Voy a descansar dices, voy a irme dices; no pienses en descansar no pienses en irte..."
"...Por que reclamas flor de Clavelina, quien como tu, la mala hierba ya quisiera tener flores a si como tu las tienes, el Tantar de espinas, también..."
"...Porque me miras hasta los pies, es que acaso no me conoces yo ando buscando la suerte en la vida..."

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